Etileno

Etileno
A la Izquierda una planta sin tratamiento de Etileno, a la
derecha una planta tratado con Etileno con cogollos mas
pequeños debido a su acelerada maduración.
La aplicación práctica del etileno se remonta al Antiguo Egipto donde se practicaron cortes en los higos para acelerar su maduración. En 1934 se descubrió que las plantas producen su propio etileno siendo capaces de regular ellas mismas la maduración de sus frutos.
Desde el punto de vista molecular, el etileno es la fitohormona menos compleja y se produce en todos los órganos de la planta. Se trata de una hormona gaseosa que se transporta a través de los espacios intercelulares de las plantas. Promueve la maduración de los frutos, cierto aumento de la talla y la abcisión (caída) de las hojas.

En determinadas especies vegetales, como la piña, el mango o el lichi, el etileno estimula la formación de flores, pero no así en el caso del cannabis. La aplicación de etileno lleva a plantas más pequeñas y un final muy temprano de la floración. Por la rápida maduración, los cogollos se quedan pequeños, presentando los pistilos un típico color naranja-marrón.

Debido a la alta sensibilidad de las plantas al etileno, la concentración se expresa en partes de etileno por mil millones de partes de aire (parts per billion, ppb). En los tomates, las concentraciones de 10 ppb ya pueden tener efecto. Cuando flores que ya están madurando entran en contacto con plantas jóvenes, existe el riesgo de una maduración prematura de las plantas jóvenes, si el etileno producido les llega a través del aire. Ventilando de vez en cuando (una vez al día) se puede evacuar el etileno que se haya generado. Las concentraciones altas de etileno llevan directamente al amarillamiento foliar.

El etileno se puede acumular también en las raíces si se mantienen demasiado húmedas durante un tiempo prolongado. Posibles efectos son la clorosis foliar, el engrosamiento del tronco, la epinastia (curvatura hacia abajo) de las hojas y una mayor susceptibilidad para enfermedades. En situaciones de estrés, por ejemplo, en caso de enfermedades o daños, la planta produce más etileno y, en consecuencia, se queda más pequeña y adelanta el final de la fase de floración. También el estrés mecánico (por ejemplo, por corrientes de aire causadas por ventiladores) puede causar una producción elevada de etileno que resulta en plantas más pequeñas con troncos más gruesos. Si los ventiladores están demasiado cerca de las plantas, causan un estrés excesivo que puede perjudicar el rendimiento.

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